Segundo mensaje de la Virgen María

Tú, mi fuerte hijo de Dios, eres muy especial. Siempre trabajaré contigo, porque has visto los dos lados de la vida aquí en la Tierra. Tú, hija mía, tienes que comprender de qué se trata la Obra de Dios. Bendito seas, mi amado, y gracias.

Sí, mi dulce niña, se te han dado las gracias para tu Obra. En el momento en que el Espíritu Santo entró en tu alma, estabas lista para Trabajar.

Mi Amor incondicional por ti te hará más fuerte a medida que pasen los días. Por favor, no te preocupes, ya que es una emoción negativa y sólo te frenará. Rezadme a mí, vuestra Madre Eterna, todos los días. Nunca te abandonaré ni te defraudaré con tu Trabajo. A ti, mi dulce niña, se te ha dado un Don muy especial y ahora debes usarlo de la manera que sólo tú sabes hacerlo. Sí, mi niña, entiendo que esto es muy aterrador para ti en este momento. Siempre ten por seguro que Yo Estoy contigo en cada paso de tu viaje. Que la Paz sea tuya.

En tu corazón habitaré siempre. Bendita seas, hija mía, y gracias por responder.

Madre de la Paz y la Esperanza